Por completar el párrafo iniciado anteriormente, ya habíamos apuntado en una nota, que el segundo dato que aparece inscrito en un objetivo, tras la longitud focal o las longitudes focales que puede manejar, es el que se suele llamar “luminosidad”. Y esta luminosidad, no es otra cosa que la máxima aperura de diafragma que pueda realizar ese objetivo.
Por ser más correctos, y aunque tal y como hemos hecho las definiciones parece que es lo mismo (y no lo es exactamente), la luminosidad de un objetivo es el número f más pequeño que sea capaz de conseguir.
Así, un objetivo 50 f2.8, es un objetivo de longitud focal fija 50 mm, y que es capaz de conseguir una apertura de f2.8.
Un objetivo 17-70 f3.5, será un zoom que puede reproducir focales desde 17 hasta 70mm, y conseguirá aperturas (números f) de hasta 3.5.
Frecuentemente, los zoom, si los situamos en la focal más corta, son capaces de abrir más que si los situamos en la focal más larga, y es por lo que tenemos objetivos donde aparece impreso 17-70 f3.5/5.6. A 17 de focal, podremos abrir hasta f3.5, y sin embargo, a medida que vayamos seleccionando focales más largas, la apertura máxima (o número f mínimo, no lo olvidemos) que podremos conseguir, será menor. Según el ejemplo a 70 mm, ese objetivo sólo podrá abrir hasta f5.6.